
Las respuestas policiales basadas en un enfoque de derechos durante una pandemia
Se ha escrito bastante, para la audiencia policial, sobre el papel de la policía durante la pandemia de la COVID-19, así como para la audiencia de derechos humanos, en relación con la protección de los derechos humanos durante dicha pandemia. Este estudio pretende unir estas dos narrativas entorno a una de las lecciones aprendidas durante la pandemia de la COVID-19: Las respuestas policiales basadas en un enfoque de derechos durante una pandemia son buenas para la policía y para el mantenimiento del orden.
Con frecuencia, los derechos humanos y la policía son descritos como si fueran opuestos entre sí. Los argumentos son que la policía amenaza intrínsecamente nuestros derechos humanos y que los derechos humanos son obstáculos para una policía eficaz. Las experiencias de la pandemia de la COVID-19, y otras enfermedades epidémicas, exponen esto como una falsa dicotomía. Los enfoques de mantenimiento del orden que se han establecido teniendo en consideración los derechos humanos, han demostrado ser muy eficaces para permitir que la policía realice su trabajo manteniendo la confianza de la población , y promoviendo la cooperación para lograr los más altos niveles de cumplimiento de la legislación en materia de salud pública.
Este estudio de Fair Trials, African Policing Civilian Oversight Forum (el Foro Africano de Supervisión Civil de la Policía, APCOF) y la Global Law Enforcement Public Health Association (Asociación Global de Impartición del Ordén y la Salud Pública) destaca cinco lecciones clave de esta experiencia internacional:
- Enfoques que privilegian la coerción, el castigo y el enjuiciamiento no son la mejor manera de fomentar el cumplimiento de instrucciones;
- Las nuevas normativas y competencias deben definirse con claridad y explicarse de manera eficaz y coherente;
- Las decisiones de política pública son necesarias para priorizar recursos limitados que permitan a la policía cumplir con su labor en circunstancias difíciles;
- La aplicación de nuevas normativas debe ser justa, garantizando que no causen daño a personas pobres y marginadas; y
- La planificación y la supervisión adecuadas son fundamentales para garantizar que la respuesta de las fuerzas del orden sean eficaces, justificadas y proporcionadas, y que tengan legitimidad